miércoles, 20 de septiembre de 2017

PROBLEMAS CARDIOVASCULARES POR SOBREPESO



PROBLEMAS CARDIOVASCULARES POR SOBREPESO
La obesidad aumenta el volumen de sangre total y el gasto cardíaco, y la sobrecarga cardíaca es mayor en la obesidad. Es común que los obesos tengan un gasto cardíaco más elevado pero menor resistencia periférica total, a cualquier nivel de presión arterial. Los obesos tienen más posibilidad de ser hipertensos que los pacientes delgados y, en general, la ganancia de peso se asocia con HTA.
Con el aumento de la presión arterial y el volumen sanguíneo, los individuos con sobrepeso u obesidad desarrollan dilatación e hipertrofia del ventrículo izquierdo, como así otras anormalidades estructurales (remodelación concéntrica e hipertrofia ventricular izquierda concéntrica, agrandamiento de la aurícula izquierda). Estas anormalidades no solo aumentan el riesgo de IC sino que el agrandamiento del ventrículo izquierdo puede aumentar el riesgo de FA, de sus complicaciones y también de arritmias ventriculares complejas. 


Paradoja de la obesidad y otras poblaciones cardiovasculares.
 Un estudio evaluó la mortalidad al cabo de 4,4 años en 2.392 pacientes con AP sometidos a cirugía vascular mayor con alto riesgo de mortalidad durante el seguimiento y comprobó una paradoja de la obesidad muy importante, con reducciones progresivas de la mortalidad en todos los grupos de pacientes (IMC normal, sobrepeso y obesos) comparados con pacientes de peso normal. Aunque el IMC fue un factor predictor independiente de mayor mortalidad en toda la cohorte, una prevalencia más elevada de enfermedad pulmonar obstructiva crónica moderada a grave explicó casi por completo el mayor riesgo estadístico en los pacientes con peso normal. De todos modos, el ajuste por enfermedad pulmonar no anuló la relación entre un IMC mayor y la mortalidad más baja en los pacientes con AP con sobrepeso y obesos. Aunque muchos de los estudios sobre HTA, IC y EC analizados antes también trataron de hacer correcciones relacionadas con el cigarrillo como un factor de riesgo, un IMC más bajo siguió siendo un predictor independiente de riesgo más elevado.

Conclusiones
Hay mucha evidencia que sustenta el impacto de la obesidad en la patogénesis y progresión de la enfermedad cardiovascular. Aunque existe una paradoja de la obesidad, es decir, que los pacientes con sobrepeso y obesidad con enfermedad cardiovascular establecida parecen tener un pronóstico más favorable que los pacientes más delgados, existe una constelación de datos que avalan la pérdida voluntaria de peso para la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. 


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